sábado, 8 de septiembre de 2007

17 a 12

Si alguno se pregunta porqué hay equipos que se meten en la piel, grupos que quedan en la historia, deportistas que logran que uno se ponga la camiseta con ellos y salga a la cancha y sufra con su suerte, sólo tienen que ver el video siguiente, el momento del Himno Nacional tocado en París, en la ceremonia previa al partido que los Pumas le ganaron a Francia 17 a 12.



Cuesta no superponer estas imágenes con el paso cansino de Juan Sebastián Verón en el Mundial 2002 o las excusas repetidas de los futbolistas de la Selección, tras los repetidos fracasos en cuanto competencia les toque en suerte. Cuesta no hacer un ranking de esos tipos que rondan la cumbre y pasan indiferentes por al lado, más pendientes de la cuenta bancaria que de marcar su nombre en la historia.

Sólo puedo decírseles que, después de ver cómo estos tipos sentían esa camiseta, el resultado era lo de menos. Esos ñatos de los Pumas ya se habían ganado mi respeto como hincha, más allá del resultado que pudieran lograr ante Francia.

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